Un suelo de azulejos siempre es la mejor opción para ciertas habitaciones de la casa. Su fácil limpieza, resistencia y cuidado son tres argumentos de peso frente a otras opciones como la madera o la moqueta. A continuación, se presentan los diferentes tipos de azulejos que existen, tanto para exterior como para interior, y sus principales usos.
Los azulejos en interior y exterior
Lo primero que se debe tener en cuenta al elegir un azulejo es el uso que se va a hacer del suelo o pared.
Tipos y usos de azulejos para interior o exterior
Elegir uno u otro dependerá del gusto de cada uno:
- Baldosas de cerámica. Los típicos que se encontrarán en la cocina y el baño por su fácil limpieza, durabilidad, son azulejos baratos y su colocación es sencilla.
- Mármol. La principal función de este tipo de baldosa es aportar luz y brillo a las estancias. Por su elegante apariencia, es perfecto para salones o escaleras.
- Terracota o barro cocido. Es la baldosa perfecta para el revestimiento en exteriores, y no solo para suelos, sino también en fachadas. Su amplia gama de colores y texturas llena de estilo cualquier espacio. Además, contribuye a una mayor ventilación y regulación de la temperatura y de la humedad.
- Piedra. El acabado de las paredes en este material se ha convertido en la tendencia estrella de los últimos años. Da igual que sean colocados en la cocina o el baño, siempre pondrán ese toque natural en las paredes y suelos.
- Vidrio. A pesar de ser de vidrio, son muy resistentes. La tendencia actual se centra en colocarlos en los baños llenando el espacio de color y creatividad. Sus formas van más allá de las cuadradas y son capaces de permitir transparencias sobre la pared.
Sin duda, los azulejos permiten cualquier tipo de combinación para llenar de estilo los hogares.