Si estás pensando colocar gres en tu obra o reforma, queremos presentarte todas sus características y diferencias con otros productos para ayudarte a conocer este material con detalle.
Aunque la tarima y el parquet han sido materiales estrella en este sector, este tipo de suelo y en concreto el porcelánico, se ha convertido en la última tendencia a la hora de decorar una casa.
Ventajas del suelo de gres
El suelo de gres se compone de unos materiales que combinan a la perfección con el resto de la decoración gracias a su variado catálogo de colores y estilos. Se caracteriza por ser muy resistente, evitando rayaduras indeseadas, además de ser un material muy sencillo de mantener limpio.
El gres es un tipo de suelo recomendado para las personas que tienen hijos pequeños o mascotas. De esta manera, podrán jugar o utilizar juguetes sin tener que preocuparte de si lo pueden manchar o lleguar a deteriorarlo. Podrás colocarlo en cualquier espacio de tu vivienda.
Si vives en una zona fría, te proponemos que elijas tonos color madera o incluso que imiten a este material, en el caso del gres porcelánico. Otra solución para tener tu vivienda climatizada y que sea confortable es que coloques una alfombra que coordine perfectamente con tu estilo, y así consigas un ambiente acogedor en los meses más fríos.
Recomendaciones de decoración con suelo gres
Podrás utilizar suelo de gres tanto para interiores como para exteriores y en suelos y paredes. Te vas a encontrar con una infinidad de posibilidades para decorar tu casa, así que deberás estudiar y analizar bien todas las opciones. Si te pones en manos de profesionales ganarás en tranquilidad porque ellos te asesorarán sobre la gama de tonos y diseños disponibles y los que mejor encajan.
Por ejemplo los estilos rústicos combinan perfectamente con los tonos ocre pero no suelen encajar con colores planos. Si tu estilo es más moderno, como recomendación te proponemos apostar por el blanco o tonos wengué y hacerlos contrastar con el mobiliario. Podrás elegir entre brillantes y mates.
¿Qué es el gres porcelánico?
El gres porcelánico es un tipo de baldosa que, gracias a la cantidad de propiedades y cualidades que ofrece, se está colocando en muchos espacios de viviendas y locales, como por ejemplo en cocinas y baños. Dentro de los tipos de gres que existen, el gres porcelánico se caracteriza por ser duro y resistente.
Es ideal para revestimientos y suelos tanto de interiores como exteriores y gracias a sus propiedades podrán estar expuestos a cambios de temperatura bruscos, incluso heladas y lluvia extrema, sin ningún tipo de problema. Este tipo de suelo gres está preparado para aguantar el tránsito continuo de peatones por lo que también es óptimo para suelos de centros o locales comerciales.
Podrás colocarlo en tu terraza, en tu cocina o en el baño ¡Tienes a tu alcance una infinidad de posibilidades!
Características del gres porcelánico
A continuación te detallamos las características del gres porcelánico:
– Baja absorción al agua
– Prensado en seco
– Está sometido a una única cocción y a altas temperaturas.
– Podrás encontrarlo en una gran variedad de colores, texturas y formatos. Este tipo de suelo podrás encontrarlo como imitación a piedras como la pizarra, al mármol o al parquet.
– Para su composición solo se emplean materias puras como minerales, feldespato o arcilla, componiendo el 99 % de la losa.
– En su fase de compactación no se añaden ni colas ni resinas.
– Cada baldosa posee peculiaridades exclusivas e identificativas.
– Es resistente a los agentes externos gracias a su estructura vitrificada.
– Garantiza una elevada impermeabilidad a los ácidos, suciedad y hielo.
– Los pavimentos porcelánicos son antideslizamiento, resistentes a las abrasiones y al fuego.
Usos del Gres Porcelánico
Como se ha mencionado anteriormente, podrás emplearlo tanto para suelos como para revestimiento en paredes. Especialmente en tu terraza, baño y cocina encajará a la perfección gracias a que son piezas compactas y resistentes a los productos de limpieza, a los agentes químicos y a la abrasión.
Cada vez es más común encontrar este suelo gres en paredes de baño y cuartos de aseo por su original impacto y facilidad de limpieza. En la cocina es recomendable que optes por colocar una textura, lo más fina posible, para facilitar su limpieza y cuidado diario.
Mantenimiento del suelo de gres
Antes de que apliques ningún producto de limpieza, es recomendable que limpies el gres únicamente con agua y pruebes el tratamiento que quieras echar, en una zona poco visible y pequeña. De esta forma te asegurarás de no dañar el material. No es aconsejable utilizar cera en el suelo gres, porque podría formar capas aceitosas y grasientas haciendo que se volvieran resbaladizas y peligrosas.
Gracias a que el procedimiento de fabricación de este suelo de gres de porcelana se realiza a altas temperaturas, se crea un material totalmente hermético en el que el agua casi no penetra y la suciedad, por lo tanto, tampoco. Por todo ello, es especialmente recomendable utilizarlo en cocinas.
Diferencias entre suelo de gres normal y porcelánico
Aunque cualquier suelo de gres está fabricado en cerámica a base de arcillas naturales, el proceso de fabricación del porcelánico, en lo que respecta a la cocción, tan solo se efectúa una cocción haciendo que sea más compacto y resistente. Así, también estará confeccionado para aguantar perfectamente los cambios de temperatura bruscos y absorber con más capacidad el agua y la humedad.
El suelo gres normal puede colocarse en cualquier color, pero el porcelánico es capaz de imitar a otros materiales como el granito, la madera o el mármol.
Aunque ambos pueden utilizarse en el exterior, es recomendable que optes por el suelo de porcelana. Además de ser más resistente, contribuirá a que haya un mejor aislamiento.
El gres normal es más económico pero el porcelánico tiene más calidad. En el caso de que tu presupuesto no te permita recubrir toda la vivienda o local con el de porcelana, podrás elegir colocarlo en las zonas donde se requiera mayor aislamiento o absorción de humedad y en el resto utilizar el genérico.
